Arequipa, 23 de
Septiembre del 2009
La palabra paz
deriva del latín
pax. Es generalmente definida,
en sentido positivo, como un estado de tranquilidad o quietud, y en sentido
opuesto como ausencia de inquietud, violencia
o guerra.
Individualmente, la paz me designa un estado interior,
exento de cólera, odio y sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para
uno mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un
saludo (la paz esté contigo) o una meta de la vida.
La
considero una constante búsqueda ante un estado de tensión que exige la
presencia de la justicia.
No podemos negar que la paz es inaplazable, y todo lo que
podemos hacer por ella es pregonarla.
Hace poco vi un espectáculo artístico, que rebasó las cinco
horas y se ha convertido desde ya en un suceso histórico sin precedentes, tanto
por la magnitud de personas asistentes, como por la repercusión internacional. «Este
concierto es la semilla que crece en el suelo, los portentos del ser humano se
convierten en lluvia, en agua, en viento para que germine el nuevo sueño del
ser humano». El nombre de este evento es “PAZ SIN FRONTERAS”.
La intención de este concierto, no era política
sino ciudadana.
Su posición era la no violencia, y la afirmación que la forma de
resolver los conflictos
es la vía del diálogo.
Aunque debo señalar que no en todas las culturas se
consideró a la paz de una forma positiva. En pueblos como los Vikingos
o los Hunos,
cuya principal actividad era el saqueo de comunidades cercanas, se exaltaba por
el contrario a los guerreros y las virtudes propias de los mismos; lo que iba en
contra de la búsqueda de paz de nuestros días.
Quiero decir y expresar
enérgicamente “la importancia de buscar la PAZ ” y con ello reflexionar lo siguiente: “¡Que
no haya más fronteras en el mundo, que se comiencen a romper las barreras que
nos separan!”
“El futuro está
en sus manos, vamos a cambiarlo para bien"
Olenka Verónika Vargas
Lazarte
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